Si estás aquí, seguramente es porque ya has oído a hablar del curetaje dental. Pero, empecemos por el principio…
Si te paras a pensarlo nuestras sonrisas son de suma importancia y uno de los primeros aspectos en los que nos fijamos de las personas. Nos pueden ayudar a tener más confianza e inspirarla en los demás, sentirnos más positivos… Sin embargo, puede suceder que no te sientas del todo cómodo con tu sonrisa, y esto puede llegar a ser una potente fuente de inseguridad.
Incluso si has cuidado bien tus dientes, sin una limpieza adecuada de forma regular por parte de un dentista, puede acabar desarrollándose sarro y placa en tu boca. Cuando esto ocurre, podrías sufrir enfermedades como la gingivitis o la periodontitis.
Veremos a continuación un tratamiento profesional que puede ayudar a mejorar o corregir estos problemas periodontales.
¿Qué es un curetaje dental?
El curetaje dental es un tratamiento intensivo que se realiza para eliminar el sarro acumulado que produce entre otros problemas que tus encías estén inflamadas. A veces este procedimiento puede confundirse con una limpieza tradicional de los dientes, pero en estos casos no se llega a tocar la zona de las encías.
Para que lo puedas entender un poco mejor, el curetaje es un proceso que se hace por debajo de la línea de las encías, realizándose una limpieza más profunda e intensa. Más adelante encontrarás cómo se realiza este procedimiento con mayor detalle.
Bien es verdad, que los síntomas de la gingivitis cuando está muy avanzada pueden ser visibles, tales como la inflamación y el enrojecimiento de las encías. De manera general, las enfermedades periodontales son asintomáticas, por esta razón es necesario acudir de manera regular al dentista, para que pueda detectar el problema a tiempo y realizarte el curetaje dental.
¿Cómo se realiza un curetaje? – Pasos
Normalmente los pasos más conocidos del proceso del curetaje dental son: el raspado y el alisado radicular. Sin embargo, son estos son solo dos un procedimiento más completo contra la periodontitis.
Análisis microbiológico
Lo primero que se realiza es un análisis microbiológico que permitirá al dentista saber qué bacterias están presentes en la boca y, de esta manera, poder pautar el antibiótico más adecuado.
Raspado
Este procedimiento, como bien indica su nombre, se trata de raspar la superficie del diente y llegar hasta la encía para eliminar el sarro acumulado y las bacterias. Para ello se utilizan unos instrumentos especiales denominados curetas, que tienen diferente tamaño, longitud y angulación para ajustarse mejor a la zona que se va a tratar.
Alisado radicular
Tras esta fase de raspado y con la zona libre de sarro se procede con el siguiente paso: el alisado. Lo que se hace es pulir la superficie de los dientes para que quede lisa. Además de que las piezas dentales quedarán más limpias también se reducen las manchas y ayuda a que disminuyan los huecos donde se pueda acumular la placa.
Seguimiento periódico y revaluación
Después del raspado y el alisado radicular es necesario dejar que las encías se recuperen. Sin embargo, es importante, para que este tratamiento sea efectivo, reevaluar el estado de la boca alrededor de cuatro meses después de haberse realizado el curetaje y hacer un mantenimiento periódico para evitar complicaciones o que se vuelvan acumular bacterias de nuevo.
Ahora ya sabes qué es el curetaje dental y cómo se realiza. Este tratamiento dental precisa de la revisión de un especialista. Si eres de Madrid y más concretamente de la zona de Chamartín, no dudes en pasarte por Clínica Ivoria. Estaremos encantados de atenderte.